sábado, 31 de mayo de 2008

Me hinchó las bolas el tema del campo

All these people that you mention
Yes, I know them, they're quite lame
I had to rearrange their faces
And give them all another name

Bob Dylan - Desolation Row (1965)

El ruralista (¿qué significa 'ruralista'?) Alfredo de Angelis conoció la fama el día en que Cristina Kirchner dio su discurso en Parque Norte tras los cacerolazos. Las cámaras de TV lo eligieron de forma unánime entre tantos otros que guardaban las rutas, escuchando a la exprimera dama con los pulgares hacia abajo. Un diente de menos y un megáfono de más fueron sus humildes credenciales. No hace falta mucho más para devenir en comodín político; los medios se autoabastecen de materia prima y de cualquier muerto hacen un mártir. Los varios criterios de noticiabilidad antiguamente aplicados se han reducido a uno solo y supremo: el mero hecho de aparecer en TV legitima totalmente aparecer en TV. Estar en pantalla no necesita más justificación que el fenómeno mismo. Parece enfermizo, pero está claro que es así. La TV es Dios y, fiel a la costumbre, le da pan a quien (literalmente) no tiene dientes.

La política argentina no tiene dientes: como toda política que se ufane de tal, es una parodia televisada. Es irónico que exista el teatro de revista con sus truchas sátiras políticas cuando la cosa real ya es en sí misma un ditirambo digno de la excelsa Atenas, en el que el personaje principal habla y el coro responde. Después dicen que tengo que ir a votar sin una sonrisa sardónica, disimulando mi papel de reparto en este brutal mamotreto literario. Después dicen que no hay que ser nihilista. Después dicen que tengo que tomar posición. Mi posición: tomar posición en esta berretada es como jugar al ajedrez sin tablero.

Ya nadie lo recuerda, pero algunas escenas atrás hubo recambio de Ministro de Economía; los medios todavía foguean dramatismo ante este tipo de informaciones. ¡URGENTE: Renunció Lousteau! Pero en este libreto el ministro de economía es un bártulo del decorado que no corta ni pincha (y menos cucharea). Quién daría fe que Carlos Fernandez hizo o dijo algo importante en estas semanas candentes. Qué hace la exprimera dama además de victimizar su condición de mujer y novelar una redistribución del ingreso. Qué hace la oposición, desde Stolbizer hasta Neustadt, excepto saltar de polizón dentro del último vagón de cargas que tironea la cuádruple locomotora campechana (Buzzi dixit: "no nos une el amor sino el espanto"). Qué hacen los adalides del campo salvo cortar rutas y prometer, eso sí, que esta vez no van a desabastecer al "hambre de los argentinos". Qué hace el Congreso, que en algún lado dicen que debería debatir y sancionar estas leyes, excepto ser un barrio de Capital que ni siquiera está oficialmente reconocido. Qué hacen los noticieros salvo plantificar cámaras en los piquetes mientras abajo en un pequeño ángulo de la pantalla reportan más ceniza en Esquel o más lluvia en Haedo. Qué hacen los diarios excepto despilfarrar palabras sobre el tema todos los santos días, como si tuvieran nuevas cosas que informar al respecto. Qué hacen los blogs (el más poderoso de los sectores por ser él único que podría mantenerse al margen) salvo emitir opiniones circulares sin conocimiento de causa (contando ésta misma, claro está).

Curiosa negociación ésta en la que nadie quiere dar el brazo a torcer; en la que se ridiculiza desde los púlpitos lo que se dialoga un día antes en la mesa. El moulin-rouge este del campo ya es aburrido (lo cual no quiere decir que antes fuera "divertido"), pero es obvio que hay focos de conflicto más profundos que las retenciones móviles. Es verdad que evaluar a la Argentina desde la antinomia lógica / ilógica es pecar de inocencia; aún así no parecería lógico estar dos meses y medio con la misma dramaturgia de alternativas (cortamos o no cortamos o dialogamos o no dialogamos o tocamos las retenciones o no las tocamos) por un diferendo técnico de política económica. Cierto es que los intereses involucrados no son poca cosa, pero ¿qué medida económica se resuelve sin la mediación de intereses de algún tipo? Que tal conflicto se haya desbordado de los cauces normales merece explicaciones más panorámicas.

Pero no las voy a dar yo. Me hinchó las bolas el tema del campo.

PD: Hay un tanguero que se llama Alfredo De Angelis. En la búsqueda de imágenes de Google gana por afano, así que al de Gualeguaychú le falta remarla muchísimo. En honor a él, la foto que decora tan contradictorio post.

6 comentarios:

1+ dijo...

A mí hinchó las bolas hace rato y estos últimos días me las tiene a punto de estallido. El ruralista ¿? De Angeli (sin s, de ahí los resultados de la búsqueda de imágenes; supongo que las veces que aparece este personaje nimio en la búsqueda con s es porque aquel tanguero fue tan famoso que se tiende a agregarle esa letra a su nombre, como si se llamara Julio Cortaza) es, ya que hacés referencia al ajedrez y citás a Dylan, only a pawn in their game. Los jugadores son los mismos de siempre, tan ajenos a mi vida y a la tuya que sólo podemos imaginarlos, y el juego es tan extraño que todos los jugadores ganan, los únicos que perdemos somos los perejiles de maceta (léase ciudadanos comunes). Mientras, los medios hacen humo y nosotros tratamos de descifrar esas señales, cuando no son más que nubecitas de pedos.

fedefer dijo...

Es buena la aclaración. Estuve viendo y aún medios como Perfil.com le ponen la "s". Toda duda, por supuesto, se despeja en Wikipedia, donde Alfredito ya tiene su propio artículo.

http://es.wikipedia.org/wiki/Alfredo_de_Angeli_%28dirigente_rural%29

Martín Zariello dijo...

De PERFIL se puede esperar cualquier cosa. Lo peor de que te hinche las bolas lo del campo es que es casi imposible sociabilizar en estos días sin hablar, escribir u opinar (sin saber un carajo) del tema del campo. Además todo lo que tiene que ver con el campo es exaltado y grandilocuente lo que ayuda a hinchar más las bolas. El primer tema de tu lista es Happiness is a warm gun. Saludos.

fedefer dijo...

Martín! Qué tal... Me gustó tu apuesta sobre la lista; al menos diste con mi canción preferida del White Album.
Con respecto a las bolas hinchadas y el post. Lo mío pasa un poco por la alienación ante tanta manija mediática y un tema que no parece haber tenido avances desde que se levantó el primer lockout.
Otra parte de mí (que siempre está) cree que sigue siendo una cuestión política clave digna de ser debatida y conocida por los ciudadanos; en algún punto me frustra ser uno de los que ya está perdiendo el interés, al ver todo como un gran reality-show.
Saludos!

Hernán Galli dijo...

Muy bueno lo del tanguero. A mí me parecía que existía pero supuse que era un mal recuerdo. Muy buen post, y la estrofa de Dylan, sublime.

Saludos!

SirThomas dijo...

A mi también me hartó el tema. Y creo que buena parte de la sociedad se ha cansado también. Pero mientras siga dando rating, va a seguir en el candelero.

A mi lo que me llama la atención de la protesta, es la escalada en los reclamos... les interesa solamente que bajen esos puntos que subieron en las retenciones, pero gastan saliva hablando de un plan federal de aquí y de allá, pero lo único que les importa es lo otro.

Saludos.